El conflicto, que se ha desarrollado entre 4 grandes guerras, parece haberse estancado en los mismos lineamientos, ya que los cambios solo se dieron a través de ligeros cambios de fronteras. Después, que se dio la carrera armamentista entre las dos naciones y la entrada de China en la pugna, el conflicto se elevó de nivel, más las bases del conflicto son las mismas.
Este conflicto tiene una gran importancia en el sistema internacional debido a que atenta contra la seguridad de la región. El hecho de que los dos Estado ostenten armas nucleares y que tengan doctrinas de usarlas a la menor provocación es algo que no se puede pasar de largo. Afortunadamente, la única vez que este peligro ha estado latente fue durante la guerra del 1999 y ninguno de los Estado se atrevió a usarlas.
Afortunadamente, el empantanamiento del conflicto ha llevado a ambos Estados a la mesa de negociaciones. Uno de las más importantes se dio en Noviembre de 2005. Por lo tanto, podemos inferir que el conflicto en algún momento llegará a una resolución definitiva.
Sin embargo, por otro lado, la solución de este conflicto esta ligada al desarme nuclear tanto de la India como de Pakistán, algo que, en lo personal, lo veo muy difícil. Esto debido a que el nuevo sistema multipolar impide a las naciones darse el lujo de perder elementos que garanticen su seguridad e integridad nacionales. Por otro lado, no podemos negar los augurios acerca de que las guerras del nuevo siglo serán por recursos naturales, por lo que la jurisdicción de Cachemira será aún más disputada por el glaciar Siachen. Obviamente, las 3 naciones involucradas se pelearan por obtener esta gran reserva de agua potable.
Así pues el conflicto de Cachemira aún se encuentra en condiciones muy turbias hacia su posible resolución o la continuación de las hostilidades.
Roberto Laureles.